La historia de Edson Arantes do Nascimento ‘Pelé’ con la Selección de Brasil inició un 7 de julio de 1957 en el estadio Maracaná, cuando la Canarinha disputó la en aquel entonces tradicional Copa Roca en contra de Argentina. La Albiceleste derrotó a los locales 1-2, sin embargo, más allá del resultado, el motivo de recordar este acontecimiento se debe a que significó el debut del que para muchos es el mejor jugador brasileño en la historia, el ya mencionado Pelé, quien tenía apenas 16 años.
Pelé inició el encuentro en la banca, sin embargo, entró en la segunda mitad, cuando Brasil perdía 0-1, para empatar el marcador a los 32 minutos. A sus 16 años, 8 meses y 17 días se convirtió en el jugador brasileño más joven en debutar con la Selección mayor y anotar en su presentación. Era la muestra de que nacía un jugador que se volvería histórico para Brasil debido a su velocidad, fortaleza física, capacidad de anticipación a los defensores, fuerte pegada con ambas piernas y buen cabeceo. El ascenso de Pelé en el futbol fue muy rápido: apenas un año antes (1956) había debutado como profesional con el club Santos, el equipo de sus amores, con el cual jugaría hasta 1974. Su capacidad futbolística era tan grande, que la Selección mayor no dudó en mandarlo llamar y descubrir al mundo a su joven promesa. Y no se equivocarían, ya que la Perla Negra, como le apodaron a Pelé, acudió con Brasil a la Copa del Mundo de Suecia 1958, donde se convirtió en el jugador revelación y pieza clave, junto con otro joven de nombre Garrincha, para que su país consiguiera su primera Copa Mundial.
Pelé es para Brasil y el futbol una de sus piezas más emblemáticas. Para muchos es el mejor jugador que ha dado el futbol, el mejor ejemplo del futbolista total: técnico, goleador, carismático, elegante y fiel ejemplo del jogo bonito que se volvió marca registrada de los brasileños. Ese 7 de julio el futbol cambió y dio a conocer a un genio del balón.